Trabajo hace tres años en un videoclub y más que a menudo, sobre todo los sábados a la noche, escucho la frase: “che gordo, ¿qué vemos?”. Cada vez que entra a una parejita de novios al local, sabemos que, casi como etapas de manual, se va a repetir la misma seguidilla de situaciones:
1) Ella y él entran de la mano. Saludan contentos. Preguntan dónde están los estrenos y se van abrazados para esa parte del local.
2) Pasan 15 minutos viendo carátulas. Indecisos por el género empieza la charla en un tono ameno que, al poco rato, se irá elevando en decibeles. Porque ella quiere ver una comedia romántica, y él, una de acción.
3) Finalmente logran conciliar, generalmente en alguna peli de suspenso que a alguno de los dos le dijeron que “estaba buena”. Agarran esa carátula y la llevan al mostrador. Siempre sin percatar que atrás no estaba la caja correspondiente, que implica que ese título estaba ya alquilado.
4) Vuelven al salón, ya no abrazados como hace unos minutos.
5) Al reproche de el “te dije que tenías que agarrar la de atrás” (siempre uno se lo hace al otro) comienzan las frases del tipo “¿y entones que vemos”?, “andá a preguntarle al pibe que te recomiende algo” o “en este video nunca hay nada” (no notan que difícilmente encuentren mucho si vienen a alquilar un sábado frío de invierno 15 minutos antes del cierre)
6) Él generalmente, ya ofuscado, se acerca al mostrador y pide algo “copado”. A lo que uno deja de hacer lo que tenía que y va a tratar de “ayudar” para que la salida al video no termine en un “lo discutimos después…”
7) Al vivir estas situaciones a menudo, uno se vuelve más canchero en este tipo de cosas y siempre tiene tres o cuatro títulos para recomendar y no tomar partido por nadie. Así uno que quiere ya cerrar el local y volver rápido a casa, los deja discutiendo, esta vez en un tono alto, pero avisando que en 5 minutos se cierra.
8) Pero por más esfuerzo que uno quiera poner, generalmente la conversación pasa a reproche. Y ya en el mostrador, cada uno por su lado, ella elige su golosina y mira a su novio con cara de aprobación. A lo que él compra para intentar remediar la situación.
9) Sin decir palabra, se miran y vuelven a abrazarse. Y se van, conformes, con la idea que se llevan la mejor película del mundo.
Uno se queda esperando que la recomendación sea del agrado de ambos y que la próxima que vuelvan al local con la misma sonrisa de cuando ese día entraron.
Desde este espacio trataré de ser el conciliador. De recomendar buenos estrenos, salidos en DVD o de cine, para que ver la peli juntos sea un disfrute, para los dos.
Por Pablo Lancone
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ResponderEliminar¡Me parece excelente idea Pablito! ¿Qué nos recomendás hoy, que también hace frío y está lloviendo?
ResponderEliminar"La isla siniestra" suspenso bien actuado por Leonardo Di Caprio (que no es mucho de mi agrado) y dirigido por Martín Scorsese (un clásico). Para ver en compañía con unos ricos pochoclos, o unas garrapiñadas caseras, como en otro blog colega nos enseñan a hacer...
ResponderEliminarQue la disfruten! Después me contás!