sábado, 11 de septiembre de 2010

Situación sentimental: en una relación

“Nunca habrá otra aplicación, que envuelva mi corazón como tu amor de Facebook”, canta Danilo Parra a todo aquel que esté dispuesto a escucharlo. ¿A esto han llegado las canciones de amor? Por lo visto las redes sociales continúan avanzando en nuestro mundo y abarcan cada vez más ámbitos, ahora también la música.
(http://www.musica.com/letras.asp?letra=1801911)

Es que antes – hace poco más de un año -, las cosas eran distintas. Si conocías a alguien y la relación era lo suficientemente formal, los pasos a seguir eran presentar al candidato ante los amigos y, finalmente, ante los padres. Pero las realidades cambiaron y Facebook ahorra todo tipo de cenas incómodas y salidas de compromiso. Ahora con un solo click en la configuración la situación sentimental pasa a ser 'en una relación con…', y listo. Todo el mundo enterado y salvados cualquier tipo de nervios y formalidades.

Que el mundo es un pañuelo es una frase que no habíamos terminado de comprender hasta que accedimos al Facebook: todos se conocen con todos, por esas cosas raras de la vida. Pero esta globalización de lo privado puede tener serias consecuencias en el amor. Cuando uno está interesado en alguien, husmea en su perfil, averigua datos, ve sus fotos interminablemente. Pero si finalmente formaliza y el estado empieza a ser 'en una relación con…', el Facebook puede volverse un arma de doble filo.

¿Quién es Fulano de Tal? ¿Por qué lo agregaste como amigo? ¿Y de dónde lo conocés? ¿Por qué Mengano te firma el muro todo el tiempo? ¿¿Cómo se te ocurre agregar a tu ex?? Estos y muchos interrogantes más aparecen en escena, y el Facebook se convierte en un eje de tensión para las relaciones de pareja. Como en todo medio cibernético, el dar explicaciones se vuelve mucho más confuso que si fuera un 'face to face'. Uno ve lo que el otro escribe, pero no su cara, ni sus gestos, ni sus intenciones. Lógicamente, los malentendidos no se demoran en llegar.

Según un estudio de la Universidad de Guelph (Canadá), el Facebook ofrece varios factores de riesgo para las parejas celosas. Entre los más comunes figuran la exposición a información personal que de otra manera sería difícil de conocer, a fotografías presentadas fuera de contexto y al hecho de tener a ex novios o desconocidos en la lista de amigos.

La investigación asegura que la compulsión aumenta con la vigilancia constante del perfil del enamorado, ya que todo contenido que aparezca en el muro puede descontextualizarse. “Los individuos están expuestos en Facebook a elementos que pueden desencadenar los celos, lo que les lleva a pasar más tiempo controlando la página de sus parejas, y los expone a más información que potencialmente puede causar celos. Es un círculo vicioso”, advierte una de las investigadoras, Amy Muise.



El amor en los tiempos del Facebook

Me dio un toque. Me mandó flores por el muro. Me dejó el link de una canción, es un divino. ¿De verdad? ¿Esto es lo que queda del romanticismo? No, no podemos resignarnos. El Facebook es muy útil para conocer gente y reestablecer relaciones, pero no podemos permitir que la cosa quede ahí, ni que los celos salgan a flote por situaciones mal interpretadas o sacadas de contexto.


Luchemos. Por no discutir por actualizaciones del muro. Porque el Facebook sea una herramienta social y laboral, pero que en ningún sentido reemplace la presencia, el estar, el salir, el conocerse en serio, el confiar en el otro. Lo único que la tecnología parece todavía no poder reemplazar es la posibilidad de descubrir a alguien tal cual es, y no por lo que decide mostrar de sí mismo en su perfil.



Por Wanda Marzullo



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